Descubre cómo una persona puede ser posesiva en una relación de pareja

En toda relación de pareja es normal que exista cierto grado de **apego** y deseo de tener a la otra persona cerca. Sin embargo, cuando este sentimiento se desborda y se convierte en una actitud **posesiva**, puede ser dañino y perjudicial para ambas partes. La posesividad en una relación se caracteriza por el **control excesivo**, los **celos desmedidos** y la falta de **confianza** en el otro.

En este artículo exploraremos qué es la **posesividad** en una relación de pareja, las causas que pueden llevar a una persona a adoptar este comportamiento y las **consecuencias** que puede tener para la relación. También ofreceremos algunas pautas para **identificar** si estás en una relación posesiva y cómo manejarla de manera saludable.

Tabla de contenidos
  1. La posesividad en una relación de pareja puede surgir debido a inseguridades personales
  2. La falta de confianza en uno mismo y en la pareja puede alimentar la posesividad
  3. La necesidad de controlar y dominar a la pareja puede conducir a comportamientos posesivos
  4. La falta de comunicación y de límites claros puede contribuir a la posesividad en una relación
  5. El miedo a perder a la pareja puede generar comportamientos posesivos
  6. La baja autoestima puede llevar a una persona a actuar de manera posesiva en una relación
  7. La dependencia emocional puede fomentar la posesividad en una relación de pareja
  8. La falta de autonomía y de individualidad puede contribuir a la posesividad
  9. La falta de respeto y de igualdad en una relación puede dar lugar a comportamientos posesivos
  10. La falta de habilidades para manejar los celos puede desencadenar la posesividad en una relación
  11. Preguntas frecuentes

La posesividad en una relación de pareja puede surgir debido a inseguridades personales

La posesividad en una relación de pareja es un comportamiento que puede surgir debido a inseguridades personales. Cuando una persona se siente insegura acerca de sí misma o de la relación, tiende a manifestar conductas posesivas con el objetivo de controlar a su pareja.

Este tipo de comportamiento puede ser muy perjudicial para la relación, ya que limita la libertad y autonomía de la otra persona. La persona posesiva tiende a sentir celos excesivos, controlar constantemente los movimientos de su pareja, revisar sus mensajes y redes sociales, entre otras acciones invasivas.

Es importante destacar que la posesividad en una relación no es saludable ni deseable. Una relación de pareja debe basarse en el respeto mutuo, la confianza y la autonomía de cada individuo. La posesividad puede generar un ambiente tóxico y opresivo, donde la persona controlada se siente atrapada y sin libertad para ser ella misma.

Factores que pueden contribuir a la posesividad en una relación de pareja

  • Inseguridad emocional: cuando una persona no se siente segura de sí misma, tiende a buscar seguridad en la relación y en el control de su pareja.
  • Experiencias pasadas: vivencias de traición o abandono en relaciones anteriores pueden generar miedo y desconfianza en futuras relaciones.
  • Baja autoestima: una baja autoestima puede llevar a una persona a creer que no es lo suficientemente valiosa o deseable, lo que puede generar celos y posesividad.
  • Falta de comunicación: cuando no se establecen canales de comunicación abiertos y honestos en la relación, pueden surgir malentendidos y desconfianza, alimentando la posesividad.

Es fundamental abordar la posesividad en una relación de pareja de manera adecuada. La comunicación abierta y honesta es clave para identificar y abordar las inseguridades subyacentes que pueden estar alimentando este comportamiento. También es importante establecer límites saludables en la relación y fomentar la confianza mutua.

La posesividad en una relación de pareja puede surgir debido a inseguridades personales y puede ser muy perjudicial para la relación. Es importante trabajar en fortalecer la confianza y la comunicación en la pareja para evitar que este comportamiento se vuelva opresivo y controlador.

La falta de confianza en uno mismo y en la pareja puede alimentar la posesividad

La posesividad en una relación de pareja puede ser un tema complicado y delicado. A menudo, la falta de confianza en uno mismo y en la pareja puede alimentar este comportamiento. Cuando una persona se siente insegura o temerosa de perder a su pareja, puede comenzar a actuar de manera posesiva.

La posesividad puede manifestarse de diferentes formas, como controlar los movimientos de la pareja, revisar constantemente sus mensajes o redes sociales, o incluso prohibirle tener contacto con otras personas. Estas acciones son señales de una falta de confianza y un deseo de tener un control total sobre la pareja.

Es importante recordar que una relación sana se basa en la confianza mutua y el respeto. La posesividad no solo puede dañar la relación, sino también afectar la autoestima y la libertad de ambas personas involucradas.

¿Qué puede llevar a una persona a ser posesiva?

La posesividad en una relación puede surgir debido a diversos factores. Algunas posibles causas incluyen:

  • Inseguridad emocional: Una persona que no se siente segura de sí misma puede buscar constantemente la validación de su pareja y temer perderla.
  • Experiencias pasadas: Si ha tenido relaciones anteriores en las que ha sido traicionado o abandonado, puede desarrollar un miedo constante a que eso vuelva a suceder.
  • Falta de comunicación: Cuando las parejas no se comunican abierta y honestamente sobre sus necesidades y temores, puede generar inseguridades y desconfianza.

¿Cómo manejar la posesividad en una relación?

Para abordar la posesividad en una relación, es fundamental trabajar en la confianza y la comunicación:

  1. Hablar abiertamente: Ambas partes deben expresar sus sentimientos y preocupaciones de manera abierta y sin juicio. Esto permite comprender las causas subyacentes de la posesividad y encontrar soluciones juntos.
  2. Establecer límites saludables: Es importante establecer límites claros en la relación y respetar el espacio y la individualidad de cada uno. Esto ayuda a construir confianza y promueve un ambiente de respeto mutuo.
  3. Trabajar en la autoestima: Cada persona debe trabajar en su propia autoestima y seguridad emocional. Esto implica reconocer y valorar nuestras fortalezas y aprender a confiar en nosotros mismos.

La posesividad en una relación de pareja puede ser un problema que afecta la confianza y el bienestar de ambos. Sin embargo, con una comunicación abierta y un trabajo conjunto en la confianza y la autoestima, es posible superar este comportamiento y construir una relación más saludable y equilibrada.

La necesidad de controlar y dominar a la pareja puede conducir a comportamientos posesivos

En una relación de pareja, es común que exista una dinámica de poder y control. Sin embargo, algunas personas pueden llevar esto a un extremo, convirtiéndose en personas posesivas. Estas personas sienten la necesidad de controlar cada aspecto de la vida de su pareja, limitando su libertad y autonomía.

Los comportamientos posesivos pueden manifestarse de diferentes formas. Algunas personas pueden estar constantemente vigilando los movimientos de su pareja, revisando sus mensajes y correos electrónicos, o incluso instalando aplicaciones de rastreo en sus teléfonos. Otras pueden prohibirles tener amistades o realizar actividades sin su permiso.

Esta actitud posesiva puede generar un ambiente de desconfianza y ansiedad en la relación. La persona posesiva suele tener miedo de perder a su pareja, por lo que busca controlarla para evitar que se aleje. Sin embargo, este comportamiento no solo es perjudicial para la persona que lo sufre, sino también para la que lo ejerce, ya que se basa en la inseguridad y la falta de confianza en sí misma.

Es importante recordar que una relación de pareja saludable se basa en el respeto mutuo, la confianza y la autonomía de cada individuo. La posesividad no es un signo de amor, sino de control y manipulación. Si te encuentras en una relación en la que te sientes constantemente controlado/a y limitado/a, es importante buscar ayuda y establecer límites claros.

Algunas señales de que estás en una relación posesiva:

  • Tu pareja te controla constantemente y te exige que le des explicaciones detalladas de tus acciones y movimientos.
  • No te permite tener amigos/as o te prohíbe realizar actividades sin su permiso.
  • Te humilla o te menosprecia, haciéndote sentir inferior.
  • Te amenaza o te intimida para que hagas lo que él/ella quiere.
  • Te critica constantemente y te hace sentir inseguro/a.

Si identificas alguna de estas señales en tu relación, es importante que busques apoyo y asesoramiento para poder salir de esta situación. Recuerda que mereces tener una relación basada en el respeto y la igualdad.

No permitas que la posesividad destruya tu bienestar emocional y tu autonomía. Tú mereces ser feliz y tener una relación saludable.

La falta de comunicación y de límites claros puede contribuir a la posesividad en una relación

En una relación de pareja, es importante establecer límites claros y tener una comunicación abierta y honesta. Sin embargo, cuando estos elementos están ausentes, es posible que una persona se vuelva posesiva.

La posesividad en una relación puede manifestarse de diferentes maneras. Puede ser que una persona quiera controlar los movimientos de su pareja, revisar constantemente su teléfono o redes sociales, o incluso llegar a los extremos de prohibirle salir con amigos o familiares.

Esta actitud posesiva puede ser muy perjudicial para ambas partes involucradas en la relación. La persona que es objeto de la posesividad puede sentirse sofocada, sin libertad para ser ella misma y con una constante sensación de falta de confianza. Por otro lado, la persona que es posesiva puede experimentar altos niveles de inseguridad y miedo a perder a su pareja.

La falta de comunicación efectiva es uno de los factores que contribuyen a la posesividad en una relación. Cuando las parejas no hablan abiertamente sobre sus necesidades, deseos y preocupaciones, es más probable que se generen malentendidos y desconfianza. Esto puede llevar a uno de los miembros de la pareja a sentir la necesidad de controlar al otro para evitar cualquier situación que perciban como amenazante.

Además de la falta de comunicación, la baja autoestima y la inseguridad personal también pueden contribuir a la posesividad en una relación. Una persona que no se siente segura de sí misma puede buscar constantemente la validación y la atención de su pareja, lo que puede llevar a comportamientos posesivos.

¿Cómo evitar la posesividad en una relación de pareja?

Para evitar la posesividad en una relación de pareja, es fundamental establecer límites claros desde el principio. Ambas partes deben tener claro qué comportamientos son aceptables y cuáles no lo son. Es importante recordar que cada individuo tiene derecho a su propia privacidad y autonomía.

La comunicación abierta y honesta también es clave para prevenir la posesividad. Ambos miembros de la pareja deben sentirse seguros para expresar sus necesidades y preocupaciones, y estar dispuestos a escuchar y comprender las del otro.

Trabajar en la autoestima y la seguridad personal es otro aspecto importante para evitar la posesividad. Cada persona debe aprender a amarse y respetarse a sí misma, reconociendo su propio valor y confiando en su pareja.

La posesividad en una relación de pareja puede ser perjudicial para ambas partes involucradas. La falta de comunicación y de límites claros, así como la baja autoestima y la inseguridad personal, pueden contribuir a este comportamiento. Es fundamental establecer límites, comunicarse abiertamente y trabajar en la confianza y la seguridad personal para evitar la posesividad y construir una relación sana y equilibrada.

El miedo a perder a la pareja puede generar comportamientos posesivos

En una relación de pareja, es normal que exista cierto grado de apego y preocupación por el otro. Sin embargo, cuando estos sentimientos se vuelven excesivos y se convierten en comportamientos posesivos, pueden generar problemas y tensiones en la relación.

La posesividad en una relación de pareja se caracteriza por el deseo de controlar y dominar al otro, invadiendo su espacio personal y limitando su libertad. Esta actitud puede manifestarse de diferentes formas, como celos excesivos, control constante de las actividades del otro, exigencias exageradas de atención y afecto, entre otros.

La persona posesiva suele tener un miedo irracional a perder a su pareja, lo que le lleva a intentar controlar todos los aspectos de la relación. Este miedo puede estar relacionado con inseguridades personales, experiencias pasadas de abandono o traición, o incluso una baja autoestima.

Es importante tener en cuenta que la posesividad no es amor. El amor se basa en el respeto mutuo, la confianza y la libertad de cada individuo para ser quien es. En cambio, la posesividad genera un ambiente de desconfianza y control que puede ser tóxico para ambas partes.

Si te encuentras en una relación donde sientes que tu pareja es posesiva, es fundamental comunicar tus sentimientos y establecer límites claros. La comunicación abierta y honesta es clave para resolver este tipo de problemas. Expresar tus necesidades y preocupaciones de manera asertiva puede ayudar a tu pareja a comprender cómo sus comportamientos afectan la relación.

Además, es importante buscar apoyo externo si la situación no mejora. Un terapeuta de parejas puede ser de gran ayuda para trabajar en la construcción de una relación más saludable y equilibrada.

La posesividad en una relación de pareja puede ser perjudicial para ambas partes. Reconocer este comportamiento y buscar soluciones es fundamental para mantener una relación sana y feliz.

La baja autoestima puede llevar a una persona a actuar de manera posesiva en una relación

Una de las razones por las cuales una persona puede actuar de manera posesiva en una relación de pareja es debido a su baja autoestima. Cuando alguien no se siente seguro o valorado en sí mismo, puede recurrir a la posesividad como una forma de mantener el control y asegurarse de que su pareja no se aleje.

La posesividad se manifiesta de diversas maneras, como el control excesivo sobre los movimientos y actividades de la pareja, la necesidad constante de estar juntos o la desconfianza constante hacia las acciones y amistades del otro. Estas actitudes pueden generar un ambiente de tensión y estrés en la relación, afectando la confianza y la intimidad entre ambos.

¿Por qué una persona con baja autoestima tiende a ser posesiva?

La baja autoestima puede hacer que una persona se sienta insegura en la relación y tenga miedo de ser abandonada o rechazada. Esto puede llevarla a actuar de manera posesiva como una forma de protegerse y asegurarse de que su pareja no se aleje. La persona posesiva puede sentir que necesita controlar cada aspecto de la relación para evitar ser lastimada o perder al otro.

Además, la baja autoestima puede generar una dependencia emocional hacia la pareja, haciendo que la persona posesiva se sienta incompleta o incapaz de ser feliz sin la presencia constante del otro. Esto puede generar un miedo irracional a la separación y alimentar la necesidad de control y posesión sobre la pareja.

¿Cómo manejar la posesividad en una relación?

Es importante que tanto la persona posesiva como su pareja reconozcan y comprendan las causas de esta actitud. La comunicación abierta y sincera es fundamental para abordar este problema y buscar soluciones juntos.

La persona posesiva debe trabajar en fortalecer su autoestima y confianza en sí misma. Esto puede implicar buscar ayuda profesional, como terapia individual o de pareja, para abordar las inseguridades y miedos subyacentes. A través de este proceso, podrá aprender a confiar en sí misma y en su pareja, y a desarrollar una relación más saludable y equilibrada.

Por otro lado, la pareja puede brindar apoyo emocional y comprensión, pero también establecer límites claros y saludables. Es importante que ambos se sientan libres de tener su propio espacio y tiempo, así como de mantener amistades y actividades individuales. Establecer una comunicación asertiva y respetuosa, donde cada uno exprese sus necesidades y límites, también será fundamental para construir una relación basada en la confianza y el respeto mutuo.

La posesividad en una relación de pareja puede ser causada por la baja autoestima de una de las partes. Es importante abordar este problema de manera consciente y trabajar en fortalecer la confianza y la seguridad en sí mismo. La comunicación abierta, el apoyo emocional y los límites saludables son clave para construir una relación más equilibrada y satisfactoria.

La dependencia emocional puede fomentar la posesividad en una relación de pareja

La posesividad en una relación de pareja puede ser un problema común que puede afectar la dinámica y la salud emocional de ambos miembros. Esta actitud puede surgir por diversas razones, pero una de las principales causas es la dependencia emocional.

Cuando una persona depende emocionalmente de su pareja, busca constantemente su aprobación y validación. Esta dependencia puede generar inseguridades y miedos que llevan a la persona a tener actitudes posesivas.

Síntomas de la posesividad en una relación

Existen varios síntomas que indican una actitud posesiva en una relación de pareja. Algunos de ellos incluyen:

  • Control excesivo: la persona posesiva tiende a querer controlar todos los aspectos de la vida de su pareja, desde su vestimenta hasta sus amistades.
  • Los celos: la persona posesiva experimenta celos excesivos y desconfía constantemente de su pareja, incluso sin motivos reales.
  • Aislamiento: la persona posesiva puede intentar aislar a su pareja de su entorno social y familiar, limitando sus interacciones con otras personas.
  • Manipulación emocional: la persona posesiva utiliza tácticas manipuladoras para mantener el control sobre su pareja y garantizar su atención y lealtad.

Consecuencias de la posesividad en una relación

La posesividad en una relación puede tener consecuencias negativas tanto para la persona posesiva como para su pareja. Algunas de las consecuencias más comunes incluyen:

  1. Desgaste emocional: la persona que es objeto de la posesividad puede experimentar un gran desgaste emocional debido a las constantes acusaciones y desconfianzas.
  2. Aislamiento social: la actitud posesiva puede llevar a la persona que la sufre a alejarse de su círculo social y familiar, lo que puede generar sentimientos de soledad y aislamiento.
  3. Pérdida de autonomía: la persona posesiva busca controlar cada aspecto de la vida de su pareja, lo que puede llevar a la pérdida de su autonomía y libertad.
  4. Violencia física o emocional: en los casos más extremos, la posesividad puede llevar a situaciones de violencia física o emocional, generando un ambiente tóxico y peligroso para ambas partes.

Es importante identificar y abordar la posesividad en una relación de pareja para mantener una convivencia sana y equilibrada. Si notas estos síntomas en tu relación, es recomendable buscar ayuda profesional para trabajar en la comunicación, la confianza y la independencia emocional.

La falta de autonomía y de individualidad puede contribuir a la posesividad

La posesividad en una relación de pareja puede ser una dinámica destructiva y limitante, que puede afectar negativamente a ambas partes involucradas. Es importante entender que la posesividad no es sinónimo de amor o cuidado, sino más bien un reflejo de inseguridad y falta de confianza en uno mismo y en la relación.

Una de las razones por las cuales una persona puede volverse posesiva en una relación es la falta de autonomía y de individualidad. Cuando una persona depende completamente de su pareja para satisfacer todas sus necesidades emocionales, sociales y de identidad, es más probable que desarrolle comportamientos posesivos.

La falta de autonomía puede manifestarse en diferentes formas, como la necesidad constante de estar cerca de la pareja, el control excesivo sobre los movimientos y actividades de la otra persona, y la dificultad para aceptar y permitir que la pareja tenga una vida independiente.

Además, la falta de individualidad también puede contribuir a la posesividad en una relación. Cuando una persona no tiene una clara identidad propia y depende en gran medida de la relación para definirse a sí misma, es más probable que se vuelva posesiva y celosa, ya que percibe cualquier amenaza externa como una amenaza para su propia identidad.

Es importante destacar que la posesividad no solo afecta a la persona que la sufre, sino también a la persona que la ejerce. Ser una persona posesiva puede llevar a sentimientos de angustia, ansiedad y desconfianza constante, lo cual puede ser agotador tanto para la persona que ejerce la posesividad como para la pareja.

Para evitar caer en patrones de posesividad en una relación, es fundamental fomentar la autonomía y la individualidad tanto en uno mismo como en la pareja. Esto implica trabajar en el desarrollo personal, cultivar intereses propios, mantener una vida social independiente y aprender a confiar en la pareja.

Además, es importante establecer límites y comunicarse de manera abierta y honesta sobre las necesidades y expectativas en la relación. Esto ayudará a construir una base sólida de confianza mutua y a mantener un equilibrio saludable entre la cercanía y la independencia.

La posesividad en una relación de pareja puede ser resultado de la falta de autonomía y de individualidad. Es importante trabajar en el desarrollo personal y en la confianza mutua para evitar caer en patrones de posesividad y construir una relación sana y equilibrada.

La falta de respeto y de igualdad en una relación puede dar lugar a comportamientos posesivos

En una relación de pareja saludable y equilibrada, cada miembro tiene su espacio personal y respeta el espacio del otro. Sin embargo, en algunas relaciones, puede surgir un comportamiento posesivo por parte de una de las personas involucradas. Este comportamiento se caracteriza por un deseo excesivo de controlar y dominar al otro, lo cual puede ser perjudicial para ambas partes.

¿Qué es ser posesivo en una relación de pareja?

Ser posesivo en una relación de pareja significa tener una actitud de posesión sobre la otra persona, tratándola como si fuera un objeto en lugar de un ser humano con sus propias necesidades, deseos y autonomía. Esto puede manifestarse de diferentes maneras, como:

  • Controlar constantemente los movimientos de la pareja, exigiendo saber en todo momento dónde está, con quién está y qué está haciendo.
  • Limitar o prohibir el contacto con amigos y familiares, aislándola socialmente y dificultando su desarrollo personal.
  • Manipular emocionalmente, haciendo sentir culpable a la pareja por hacer cosas sin su permiso o por tener opiniones diferentes.
  • Exigir constantes muestras de amor y atención, sin respetar el espacio personal de la otra persona.

Estas actitudes posesivas pueden generar un ambiente de desconfianza, ansiedad y malestar en la relación, afectando negativamente la autoestima y la libertad de la persona que está siendo controlada.

¿Cuáles son las causas de la posesividad en una relación de pareja?

La posesividad en una relación de pareja puede tener diversas causas, entre las cuales se encuentran:

  1. Inseguridad emocional: la persona posesiva puede tener baja autoestima y temer perder a su pareja, por lo que intenta controlarla para sentirse seguro.
  2. Experiencias pasadas: vivir situaciones de abandono o traición en relaciones anteriores puede generar miedo y desconfianza en una nueva pareja.
  3. Falta de límites personales: algunas personas no tienen claros sus propios límites y se fusionan emocionalmente con su pareja, generando una dependencia emocional y una necesidad de controlarla.

Es importante destacar que la posesividad no es una muestra de amor, sino de control y falta de respeto hacia la otra persona. Si estás en una relación donde experimentas comportamientos posesivos, es fundamental buscar ayuda profesional para poder establecer límites y mantener una relación saludable y equilibrada.

Recuerda que el respeto y la igualdad son fundamentales en cualquier relación de pareja.

La falta de habilidades para manejar los celos puede desencadenar la posesividad en una relación

La posesividad en una relación de pareja puede ser un problema grave que afecta la intimidad, la confianza y la felicidad de ambos individuos. Es importante entender que la posesividad no es una muestra de amor, sino más bien una manifestación de inseguridad y desconfianza.

Uno de los principales factores que puede desencadenar la posesividad en una relación es la falta de habilidades para manejar los celos. Los celos son emociones naturales que todos experimentamos en algún momento, pero es fundamental aprender a manejarlos de manera saludable.

La falta de confianza en uno mismo y en la pareja puede llevar a comportamientos posesivos. La persona posesiva suele tener miedo de perder a su pareja y busca controlar todos los aspectos de su vida. Esto puede manifestarse en constantes preguntas sobre dónde está, con quién está y qué está haciendo. Además, puede haber una tendencia a revisar el teléfono, las redes sociales o el correo electrónico de la pareja, buscando pruebas de infidelidad.

Es importante destacar que la posesividad no solo se manifiesta en el control y la vigilancia, sino también en la manipulación emocional. La persona posesiva puede utilizar la culpa, los chantajes o el victimismo para mantener a su pareja cerca y bajo su control.

Es fundamental que ambas partes de la relación reconozcan y aborden este problema. El diálogo abierto y sincero es fundamental para establecer límites y expectativas claras. Es importante que ambas partes se sientan seguras y respetadas en la relación.

Además, es necesario trabajar en el desarrollo de la confianza mutua. Esto implica fomentar la comunicación, la transparencia y la honestidad en la relación. También es importante que cada individuo tenga su espacio personal y tiempo para sus actividades individuales.

La posesividad en una relación de pareja puede ser perjudicial y destructiva. Es fundamental reconocer este problema y trabajar en su resolución a través del diálogo, la confianza y el respeto mutuo. Solo así se podrá construir una relación sana y equilibrada.

Preguntas frecuentes

1. ¿Qué significa ser posesivo en una relación de pareja?

Ser posesivo en una relación de pareja significa tener un fuerte deseo de controlar y dominar a la otra persona, limitando su libertad y espacio personal.

2. ¿Cuáles son las señales de que alguien es posesivo en una relación?

Algunas señales de que alguien es posesivo en una relación incluyen: celos excesivos, control constante de las actividades de la pareja, falta de confianza y necesidad de saber todo lo que la pareja hace.

3. ¿Por qué alguien puede ser posesivo en una relación de pareja?

Las personas pueden ser posesivas en una relación debido a inseguridades personales, miedos de abandono o control emocional. También puede ser resultado de experiencias pasadas traumáticas o patrones aprendidos en relaciones anteriores.

4. ¿Cómo se puede manejar la posesividad en una relación de pareja?

Es importante establecer límites claros y comunicarse abiertamente con la pareja. Fomentar la confianza mutua y buscar ayuda profesional, como terapia de pareja, pueden ayudar a manejar la posesividad en una relación.

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